miércoles, 2 de septiembre de 2009

CONDUCTISMO

Este concepto surge a partir del trabajo del Psicólogo J. B. Watson (1924/1961), quien propone que el conductismo o psicología objetiva es una ciencia natural abocada al campo de las diversas adaptaciones humanas.

Desde el punto de vista del fundador del análisis experimental del comportamiento, B. F. Skinner (1974/1977, p. 13), conductismo viene a ser la filosofía de la ciencia de la conducta, ocupada de esclarecer problemas tales como: ¿Es posible tal ciencia? ¿Puede explicar cualquier aspecto del comportamiento humano? ¿Qué métodos puede emplear? ¿Cuán válidas pueden ser sus leyes comparadas con las de otras ciencias "duras"? ¿Generará tecnología? y ¿Cuál será su papel en los asuntos humanos?

Otro reconocido líder de esta corriente en su modalidad interconductual, J. R. Kantor (1963/1990), define el conductismo como "una renuncia a las doctrinas del alma, la mente y la consciencia", para ocuparse del "estudio de los organismos en interacción con sus ambientes" (p. 573). En términos más amplios, lo considera como equivalente al término "ciencia" (Kantor 1968, cit. por Campos, 1973, p. 91), dado que se ocupa de la naturaleza a partir del "principio del comportamiento". Así, la química estudia el comportamiento de los elementos y la sustancia, la física estudia el comportamiento de los objetos y sus propiedades, la astronomía estudia el comportamiento de los astros y galaxias, y la Psicologìa estudia las interacciones entre los organismos y su entorno.

En suma, "conductismo" constituye una manera de estudiar lo psicológico desde la perspectiva de una ciencia de la conducta, sin mentalismo (atribuciones dualistas extramateriales como el alma o la mente), ni reduccionismos (utilizar explicaciones tomadas de disciplinas como la neurología, la lógica, la sociología o el procesamiento de información).

El análisis experimental del comportamiento es un sistema conceptual y metodológico elaborado por el psicólogo norteamericano Burrhus Frederic Skinner y ampliado posteriormente por otros psicólogos. Es una ciencia natural del comportamiento que comprende tres subdisciplinas:
Análisis conceptual del comportamiento, que se ocupa de las investigaciones filosóficas, históricas, conceptuales y metodológicas.
Investigación básica en AEC.
Análisis conductual aplicado, que se ocupa de la aplicación de los principios de la ciencia de la conducta.

Supuestos iniciales

Skinner era un psicólogo muy interesado en los temas filosóficos, y fortaleció la concepción anterior de John B. Watson argumentando que el conductismo es la filosofía propia de la ciencia del comportamiento (Skinner, 1975). Hecho esto, defendió la idea de desarrollar una metodología y un esquema conceptual que permitieran la creación y desarrollo de una verdadera ciencia de la conducta. Sus esfuerzos constituyen el AEC.
Los objetivos del AEC, según Ardila (1999) son:
1. La descripción de relaciones funcionales entre clases de respuestas y clases de estímulos - explicación del comportamiento.
2. Demostrar la confiabilidad y generalidad de las mismas.

Esquema conceptual

La ciencia del comportamiento se enmarca dentro de la tradición naturalista, lo cual implica que el análisis de la conducta encontrará regularidades y orden, y que es susceptible de investigación científica.
Mucho se ha hablado de una causalidad de tipo mecanicista en el AEC, que le ha merecido críticas severas de los pensadores contemporáneos. La realidad es que Skinner habló de "causas" como "factores que inciden o influyen sobre la conducta", no como factores determinantes, que se ajustaría más al uso corriente de los términos
causa y efecto (Moore, 1990).
Igualmente, las concepciones conductistas sobre el
organismo han sufrido ataques por parte de muchos teóricos. En el esquema conceptual del AEC, el organismo es un locus, un "lugar" o "caja negra" en el que confluyen diversas condiciones genéticas y ambientales (Skinner, 1974). A pesar del énfasis que se hace en el AEC sobre las condiciones ambientales (que se piensa incorrectamente que son exclusivamente externas al organismo), la contribución genética no se desconoce en ningún punto.
El AEC distingue tres tipos de contingencias (relaciones ambiente-conducta), según los niveles de
evolución:
Filogenéticas: relacionadas con las posibilidades de la especie.
Ontogenéticas: relacionadas con el desarrollo del individuo.
Culturales: relacionadas con las construcciones que se realizan al interior de un grupo.

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